Por Arzobispo Gregory M. Aymond
Clarion Herald – 2/3/18
La semana pasada celebraron una liturgia especial en la Iglesia de Our Lady of the Lake en Covington, para niños y adultos con necesidades especiales. Usted confirmó a cuatro personas, y dio la primera Comunión a otras seis personas. ¿Cómo le afectó eso personalmente?
Me toca emocionalmente pasar tiempo relacionándome con las vidas de las personas con necesidades especiales, y también, me ayuda a entender mejor las responsabilidades de sus padres, y las formas en que deben cuidarlos. A nivel espiritual, puedo decir que en los rostros de aquellos con necesidades especiales, veo el rostro de Cristo. Simplemente, hace que la presencia de Jesús sea más evidente para mí. En su tiempo, Jesús siempre buscó a los necesitados, y estos niños y niñas y los jóvenes y las jóvenes con necesidades especiales, verdaderamente son sus hijos. Ellos son una parte importante de nuestra comunidad de fe.
¿Qué le dicen los padres después de la Misa?
Ellos han pasado por mucho. Nunca he hablado con ningún padre enojado o amargado o pidiendo compasión. Los padres que he conocido realmente abrazan a su hijo como un regalo de Dios. Supongo que, en algún momento le han preguntado a Dios: ¿Por qué? – pero es evidente para mí, que no es una pregunta contundente en la que se concentren.
Usted ha sido muy claro acerca de que la arquidiócesis está abierta, y acoge la preparación sacramental a las personas con necesidades especiales.
Es correcto. Los niños y adultos con necesidades especiales merecen la vida sacramental de la Iglesia, y no deben ser obstaculizados de ninguna manera. Hay quienes argumentarían y dirían que, no estamos exactamente seguros de cuánto entienden la presencia real de Cristo en la Eucaristía, cuánto entienden del sacramento de la confirmación o cuál es su relación con Dios. Lo dejaría en las manos de Dios. Tenemos que acercarnos a ellos. Ellos tienen derecho a los sacramentos. La conferencia de los obispos de EE.UU. ha publicado recientemente un folleto, sobre cómo debemos ministrar a las personas con necesidades especiales y discapacidades. Se titula “Pautas para la Celebración de los Sacramentos con Personas con Discapacidades”. Es un documento muy sólido, que enfatiza que la Iglesia no solo debe estar presente para las personas con discapacidades, sino que también, debemos hacer todo lo posible para ofrecerles momentos de oración, Misa y los sacramentos. El folleto está disponible en
http://www.usccb.org/about/divine-worship/policies/guidelines-sacraments-persons-with-disabilities.cfm
La arquidiócesis tiene al menos dos grupos de personas con discapacidades: God’s Special Children al sur del lago, y God’s Northshore Blessings al norte del lago. ¿Cómo le hace sentir eso?
Es realmente una bendición para la arquidiócesis tener estos dos grupos. Joy y Jay Zainey comenzaron con God’s Special Children al sur del lago en 2004, y God’s Northshore Blessings acaba de celebrar su primer aniversario. La razón por la que Joy y Jay comenzaron su grupo fue porque ellos y otras personas sintieron que había algunos obstáculos para asistir a la Misa dominical con sus hijos con necesidades especiales. Muchas personas también sentían que la Iglesia, realmente no estaba llegando a aquellos con necesidades especiales. Estoy encantado de que hayan estado haciendo esto durante tantos años, y ahora este grupo al norte del lago, también está haciendo cosas maravillosas. Jewell Bayhi de Mary Queen of Peace hace la mayor parte de la preparación sacramental, junto con Gus Kuntz, David Mount y Shad Weathersby, ellos hacen un trabajo maravilloso con el ministerio de música.
¿Qué hay de sus esfuerzos en las escuelas para estudiantes con necesidades especiales?
Los padres, a veces, me han dicho con gran pesar, que la Iglesia no está allí para su hijo con necesidades especiales. Incluso, con los nuevos pasos que estamos dando para ser más inclusivos en la educación Católica, hay mucho más que se debe hacer. De alguna manera, los padres realmente tienen razón en que la Iglesia no está tan presente como debería estar en nuestras escuelas Católicas, en nuestros programas de educación religiosa y en la vida sacramental de la Iglesia. Estamos haciendo todo lo posible para corregir eso, para cambiar esa realidad. Hemos iniciado algunos esfuerzos en nuestras escuelas Católicas para trabajar con aquellos que tienen necesidades especiales. Nos damos cuenta de que tomará tiempo, pero estos pasos son los primeros de muchos por venir.
Las preguntas para el Arzobispo Aymond pueden enviarse a: [email protected].