Por Arzobispo Gregory M. Aymond
Clarion Herald – 4/1/17
La Conferencia de los Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), el Comité Administrativo de la cual el Arzobispo Gregory Aymond es miembro, emitió una reflexión pastoral el 22 de marzo en solidaridad con los que se han visto obligados a huir de sus hogares debido a la violencia, o al temor de vivir en su propia tierra. En la declaración, los obispos nos animan a cada uno de nosotros, a hacer lo que podamos para acompañar a los migrantes y refugiados, que buscan una vida mejor en los Estados Unidos.
La reflexión pastoral siguiente: La palabra de Dios está verdaderamente viva hoy. “Cuando un extranjero reside contigo en tu tierra, no maltrates a tal persona. Usted debería tratará al extranjero que reside con usted, no de manera diferente que los nativos nacidos entre usted; Amarás al extranjero como a ti mismo; Porque vosotros, también fuisteis extranjeros en la tierra de Egipto“ (Levítico 19: 33-34).
Vivir como pueblo de Dios, es vivir en la esperanza de la resurrección. Vivir en Cristo, es recurrir al ilimitado amor de Jesús, para fortificarnos contra la tentación del miedo. Oremos, para que nuestro compromiso en el debate sobre asuntos de inmigración y refugiados, traiga paz y consuelo, a los más afectados, por los cambios propuestos por la política nacional actual.
No perdamos de vista el hecho de que detrás de cada política está la historia de una persona en busca de una vida mejor. Pueden ser una familia de inmigrantes o refugiados sacrificándose para que sus hijos tengan un futuro mejor.
Como pastores de una Iglesia peregrina, no nos cansaremos de decir a las familias que tienen el coraje de salir de su desesperación, hacia el camino de la esperanza: “Estamos con ustedes”. También, puede ser una familia que busca la seguridad de una amenaza creciente de violencia extremista. Es necesario salvaguardar a los Estados Unidos, de una manera que no nos haga perder nuestra humanidad.
Un debate intenso es esencial para una democracia saludable, pero la retórica del miedo, no nos sirve bien. ¿Cuándo nos miramos el uno al otro, nos vemos con el corazón de Jesús? Dentro de nuestros diversos antecedentes, se encuentran sueños comunes para nuestros hijos. Esperanza en la próxima generación es cómo la nación se dará cuenta de su lema de fundamento, “de muchos, uno”. Al hacerlo, también realizaremos la esperanza de Dios para todos sus hijos: Que nos veríamos como hermanos y hermanas, valorados sin importar la raza, religión o nacionalidad.
Nuestro Señor y Salvador Jesucristo, el Verbo hecho carne (Juan 1:14), nos fortalece para llevar nuestras palabras a la vida. ¿Cómo podríamos, como Católicos, y en nuestra pequeña forma, llevar nuestras palabras de solidaridad para los migrantes, y los refugiados a la vida?
➤ 1. Oremos por el fin de las causas profundas del odio violento, que obligan a las madres y padres a huir del único hogar que pudieron haber conocido, en busca de seguridad económica y física para sus hijos.
➤ 2. Reúnase con los miembros de su parroquia que son recién llegados, escuche su historia y comparta la suya. Cientos de parroquias Católicas en todo el país, tienen programas para que los inmigrantes y refugiados, que los reconfortan y les ayudan a conocer sus derechos. También, es importante llegar a un diálogo amoroso con aquellos que no estén de acuerdo con nosotros. Cuanto más llegamos a comprender las preocupaciones del otro, mejor nos podremos servir unos a otros. Juntos, somos un cuerpo en Cristo.
➤ 3. Llame, escriba o visite a su representante elegido, y pídale que arreglen nuestro sistema de inmigración disfuncional, de una manera que proteja nuestra seguridad, y nuestra humanidad, a través de una generosa oportunidad para la inmigración legal.
Como decía el Papa Francisco: “Emigrar es la expresión de ese deseo inherente a la felicidad propia de cada ser humano, una felicidad que hay que buscar y perseguir. Para nosotros los cristianos, toda la vida humana es un viaje itinerante hacia nuestra patria celestial”.
Preguntas para el Arzobispo Aymond pueden enviarse a: clarionherald@clarionherald